martes, 26 de marzo de 2019

Nuevo Plan de Desarrollo en contra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030



Nuevo Plan de Desarrollo en contra de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030[1]


Mauricio Rodríguez Amaya[2]




Uribe no miente, de él se puede criticar su espíritu autoritario, su engreimiento fascista y su coherencia para defender a sus amigos, aún a los más delincuentes. Pero no miente. En campaña, él y sus aliados propusieron hacer trizas la recién nacida paz, incrementar la confianza inversionista, ampliar la base tributaria de las personas y reducir la de las empresas, aumentar el extractivismo y consolidar la apropiación terrateniente sobre la tierra. El Proyecto de Plan Nacional de Desarrollo para el próximo cuatrienio, no es más que la ratificación de las promesas hechas en campaña.

El proyecto de Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno Duque denominado “Pacto por Colombia, pacto por la equidad” es la continuidad de la agenda de la precarización laboral, social y ambiental; representa la prolongación del extractivismo minero energético, la destrucción de la reserva natural colombiana y la privatización de las empresas del Estado y los servicios públicos. Lo que ofrecen los “Pactos” a través de los cuales se estructura el proyecto de ley, no solo incrementan los procesos de destrucción de la economía nacional, sino que exacerba la explotación indiscriminada de los bienes comunes, aumentará las desigualdades sociales, exacerbará las pugnas territoriales y alimentará la violencia institucionalizada.

El Proyecto de Plan es en muchos aspectos contrario a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 2030 establecidos por la ONU y que al menos de dientes para afuera, Colombia comparte; incluso, el mismo proyecto menciona la intención de materializar los ODS, aunque su contenido vaya en contravía de ellos. A continuación, queremos presentar algunos ejemplos de la manera como el proyecto de Plan de Desarrollo va en contravía de varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y su aplicación alejaría a Colombia de alcanzar la equidad social, la reducción de la pobreza y la protección de la naturaleza y la paz. En primera medida debemos recordar que los ODS fueron adoptados por la Asamblea General de las Naciones Unidas en septiembre de 2015. De los 17 Objetivos, el Proyecto de Plan de Desarrollo pone en riesgo el alcance de al menos cinco de ellos.

A continuación, presentamos algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible que entran en disputa con el Proyecto de Plan de Desarrollo, con el fin de promover el debate público sobre la necesidad de producir propuestas para evitar que Colombia se aleje cada día más de los objetivos de reducción de la pobreza, alcanzar la equidad, la protección del medio ambiente y la Paz.




1.     ODS 4: Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos.

Mientras Naciones Unidas se orienta al fortalecimiento y la garantía de los derechos a la educación y la promoción de todos y de todas, el Proyecto de Plan Nacional de Desarrollo (PPND) está pensado para reducir la investigación, la innovación científica, el acceso a la educación pública de calidad y da continuidad a la agenda neoliberal encaminada a la privatización, la financiación bancaria de la investigación y el desmantelamiento de las entidades públicas encargadas de estos temas.

El proyecto del Plan contempla la privatización de los conocimientos ancestrales y la explotación comercial de los conocimientos biológicos sobre nuestra riqueza natural, muy en la línea neoliberal tendiente a la privatización de la propiedad colectiva de los bienes comunes. En efecto, el Art. 6 del PPND, crea los Contratos de Acceso a Recursos Genéticos y sus Productos Derivados (CARG) con los cuales los particulares, nacionales o extranjeros, podrán seguir haciendo a sus anchas investigaciones sobre nuestra riqueza genética, con fines eminentemente privados.  Aun sin la firma del Contrato, “desde la radicación de la solicitud y hasta la celebración y perfeccionamiento del Contrato de Acceso a Recursos Genéticos y/o sus Productos Derivados o hasta la denegación del trámite, el solicitante podrá continuar accediendo al recurso genético y/o sus productos derivados”.


Es PPND pone en riesgo la propiedad colectiva sobre los bienes intangibles de la nación, el conocimiento ancestral y el patrimonio cultural, el cual podrá ser privatizado, de acuerdo con lo planteado por el Art.  105, que pretende facultar a las entidades públicas que sean titulares de bienes intangibles y derechos de propiedad intelectual (marcas, patentes, diseños industriales, esquemas de trazado de circuito, variedades de vegetales, derechos de autor, entre otros), negociar la explotación comercial de dichos bienes, lo que implica incluso su enajenación.

Estos temas han sido fuente de cientos de disputas, entre las comunidades, los pueblos originarios y afrodescendientes, campesinos, organizaciones académicas y de DD.HH. frente al Estado y las Empresas Trasnacionales (ETN), pues durante años, estos movimientos han hecho resistencia a la privatización de la riqueza natural, han protegido la información genética de las semillas nativas y han luchado contra los procesos de implementación obligatoria de utilización de semillas genéticamente manipuladas.

El proyecto no solo se estimula a apropiación de los bienes comunes mediante contratos de acceso a recursos, sino que se castiga duramente la investigación científica nacional y la innovación tecnológica. El Art. 84 del PPND, prevé la eliminación de Departamento Administrativo de Ciencia, Tecnología e Innovación –COLCIENCIAS, mediante su fusión con el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. Aunque Colombia no ha desarrollado una política sólida orientada a la investigación y la innovación científica, la desaparición de Colciencias pone aun más en riesgo la ya precaria investigación académica nacional.


Como si fuera poco, el Art. 101, condena la investigación científica y la innovación al crédito de la Banca, destina los recursos públicos para apalancar la investigación privada, dando continuidad a la política de desmantelamiento de los proyectos de investigación de universidades públicas para privilegiar la financiación de la iniciativa privada. Contrario a las exigencias del movimiento universitario, quienes realizaron un histórico paro de más de tres meses durante 2018, el PPND estimula el incremento del crédito bancario a través del ICETEX para el acceso a la Educación Superior. El artículo 110 establece la vinculación de población vulnerable a través de créditos con esta entidad, mientras que el Art. 111, pretende garantizar que el Estado pague las deudas y demás obligaciones que el mismo ICETEX haya adquirido; es decir, que con los excedentes de los créditos de educación que el ICETEX gira a la nación, ahora el ICETEX pagará sus propias deudas. Un negocio redondo para una entidad cuestionada por su enfoque bancario y especulador.


2.     ODS 8: Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.

Contrario a lo planteado por este objetivo global, el proyecto de Plan de Desarrollo del gobierno de Iván Duque apela a la precarización laboral, al contrato por horas y al incremento de la desprotección de la seguridad social y las pensiones. El Art. 58, pretende eliminar el derecho que tienen los trabajadores que han sufrido accidentes de origen laboral de gozar de manera simultánea de la pensión de vejez y la pensión de invalidez. El nuevo artículo modifica lo establecido al respecto por el Art. 13 de la Ley 100, haciendo así más gravosa la situación de quienes sufrieron accidentes laborales que les obligó a suspender sus actividades productivas.

Por otro lado, el PPND pretende incrementar la precarización del trabajo, legalizar la remuneración por debajo del Salario mínimo y establecer un sistema de beneficios económicos periódicos (BEPS). Esta idea es un duro revés a los derechos del trabajo, pues lo que pretende es condenar a los obreros a subsidios, en vez de promover decididamente el trabajo digno y decente, tal como lo establecen los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El Art. 113 crea el Piso Mínimo de Protección Social, como un conjunto de garantías mínimas en materia de seguridad social para los trabajadores, cuyos contenidos no son claros ni sabemos si se enmarcan en los criterios de trabajo decente, formalización laboral y lucha contra la tercerización y la intermediación laboral ilegal que han impulsado las organizaciones de trabajadores en los últimos años.

El Proyecto del Plan crea el subsistema de formación para el trabajo por competencias y el Sistema Nacional de Cualificaciones, mediante el Art. 114, conformado en varios niveles por, el Servicio Nacional de Aprendizaje, SENA, las Instituciones de Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano -ETDH, las Instituciones de Educación Superior con oferta de formación para el trabajo y los demás oferentes que formen por competencias y cumplan los requisitos y mecanismos que para tal fin se establezcan, con lo cual se legaliza todo el proceso de privatización de la formación para el trabajo y se continúa en la tarea paulatina de desmontar el SENA.

Como puede observarse, el PPND, camina en contravía del ODS que se orienta al mejoramiento de las condiciones del trabajo, a la promoción del trabajo decente y a la lucha contra la pobreza a través de puestos de trabajo dignos y estables.



3.     El ODS 9: Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.

El Proyecto de Plan es una estocada más a los esfuerzos de industrialización de algunos sectores en Colombia; continúa la senda marcada por el extractivismo minero, y se orienta a garantizar las condiciones de explotación de las empresas trasnacionales, al tiempo que hace más gravosas las condiciones para la minería artesanal y comunitaria de metales preciosos. El Art. 18 del Plan crea un conjunto de procedimientos complejos para exigir lo que el gobierno llama “la formalización minera”, que no es otra cosa que continuar los procesos de exclusión y criminalización de la minería artesanal y comunal.

Pero al tiempo que crea más trabas y condiciones gravosas para la minería artesanal y comunal, garantiza la extensión de las grandes concesiones mineras hasta por treinta años más, tal como lo pretende en el Art. 21 del proyecto. El desastre de la minería a gran escala, no tiene controles ni limites en el Nuevo Plan de Desarrollo, por el contrario, su contenido se orienta a darle continuidad a los proyectos e incrementar la titulación para la explotación minera a gran escala. Aquello de la industrialización inclusiva y sostenible, con fomento de la innovación es un objetivo que no verá ningún desarrollo en el presente cuatrienio.


4.     Los ODS 13 y 15: Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica.

El Plan de Desarrollo va por el camino contrario a los esfuerzos globales necesarios para combatir el cambio climático y reducir el efecto invernadero, al tiempo que desarrollará la destrucción extensiva de bosques y el incremento de la destrucción de importantes reservas naturales con las que aun cuenta el país. El Art. 106, propone incentivos tributarios, con deducciones de hasta el 50% de la inversión realizada, hasta por los próximos 15 años, para quienes desarrollen proyectos de explotación de fuentes no convencionales (como los hidrocarburos extraídos mediante fracturamiento hidráulico). Además de las ya poderosas exenciones a quienes desarrollen proyectos de explotación de crudos no convencionales, se suma este nuevo impulso basado en la deducción de impuestos sobre la inversión realizada.

Vale recalcar que los artículos 7 al 10 del Proyecto del PND, incrementan el riesgo ambiental, impulsan a los más pobres a ir más allá de la frontera agrícola, estimulará la privatización del conocimiento común de la naturaleza a través de Contrato de Acceso a Recursos Genéticos y sus Productos Derivados.

5.     El ODS 16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
Contrario a los propósitos globales, el PPND es una nueva carta para el incremento de las privatizaciones de las entidades del Estado y particularmente de las Empresas públicas más rentables. El proyecto establece nuevas reglas para facilitar la enajenación de activos del Estado, y la venta de entidades públicas en todos los niveles territoriales y de servicios. Así se expresa en el Art. 14, Núm 2:, que faculta a todas las entidades para vender sus activos y aportes.  En el mismo sentido, el Art. 162 del PPND pretende la venta de participaciones minoritarias de las Empresas y Entidades Estatales. Lo que se anuncia, contrario a consolidar el Estado, es el incremento de la privatización y el desmonte de las Empresas estatales, puestas al servicio del Capital privado. Bastante negativa ha sido la experiencia de poner los servicios públicos en manos privadas, pero el nuevo Plan insiste en cometer los mismos errores de los últimos treinta años, alejando a la sociedad colombiana de crear entidades eficientes, empresas públicas transparentes y sólidas y redistribuir desde el Estado los dividendos de sus actividades económicas.

Por último, es importante mencionar que las Víctimas del conflicto armado, también serán revictimizadas con el nuevo Plan de Desarrollo, pues invierte la responsabilidad del Estado con respecto a la reparación integral y deja la financiación de la reparación a que las FARC entreguen los supuestos bienes que aún no han entregado. Este portazo a las víctimas no solo es contrario a los Acuerdos para la terminación del conflicto Armado suscritos en 2016, sino que incrementa la desolación de quienes más sufrieron los efectos devastadores de la violencia institucionalizada y de la guerra.

El proyecto de Plan de Desarrollo del gobierno Duque es una continuidad de la política económica basada en la primarización y la desidustrialización, incrementa el extractivismo, y por esa vía aumentará las conflictividades territoriales y sociales; el nuevo plan se orienta a la privatización del Estado y a dejar la educación y la investigación a quienes puedan pagarla, aumenta la destrucción de los bienes comunes e incentiva a apropiación privada de la información genética; el nuevo plan impone la precarización del trabajo y la desprotección de los trabajadores; es un plan contra la paz, contra la naturaleza y contra el trabajo, al tiempo que propende por facilitar los rendimientos económicos del capital nacional y trasnacional. Un Plan de Desarrollo con las características descritas anteriormente, solo puede dar como resultado el aumento de la pobreza y la desigualdad y la violencia; es un plan contra la paz y para la guerra, y es un plan contra la naturaleza y contra la gente.

6.     La Respuesta: Alianzas territoriales, por el Agua, el trabajo y la Paz.


La respuesta al Plan debe prepararse desde ahora, y tendrá que materializarse a través de la movilización social y el empoderamiento de los actores territoriales en los próximos años, por esa razón, consideramos que es necesario proponer Alianzas territoriales, por el agua, el trabajo y la paz, con el fin de ir tejiendo las resistencias y las alternativas que intenten frenar la destrucción de nuestros bienes comunes y la privatización del Estado. La Alianzas territoriales, pueden ser espacios que permitan la articulación eficiente de las indignaciones, espacios de plataforma para la respuesta conjunta de las organizaciones y los movimientos sociales a la arremetida del capital nacional y trasnacional. Estas alianzas, podrían contribuir a movilizar la indignación, a partir del reconocimiento de la diferencia de los actores sociales y desde ahí, tejer los puntos en común que nos permitan fomentar poderes territoriales capaces de constituirse en alternativas en el plano local y nacional.

Vienen épocas de luchas y resistencias, vienen vientos de confrontación, pero también de esperanza si logramos articular las luchas, aprovechar nuestras capacidades colectivas y de fomentar la ecología de saberes, de esos saberes populares y académicos que sean capaces de enfrentar el capitalismo, el colonialismo y el patriarcado, como un todo integrador de las luchas emancipatorias de los próximos años.





[1] Marzo 15 de 2019. Ponencia presentada en el Encuentro de  Escuelas Sindicales territoriales de FECODE.
[2] Abogado, especialista en Derecho Público; investigador y educador popular; Coordinador de la Red de Investigación “Globalización, Trabajo y Territorios”, RED-GTT.

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