domingo, 1 de mayo de 2016

Trabajo para la Paz



Mauricio Rodríguez Amaya
#trabajoesPAZ


Más de treinta años de retrocesos en políticas de protección del trabajo han transformado la realidad laboral en Colombia; como paradoja fundamental, la Constitución del 91, trajo consigo la promesa de proteger los derechos sociales y la implementación del Estado Social de Derecho, al tiempo que desarrolló el marco constitucional para la libertad de Empresa, el incremento de la inversión extranjera, la reducción de la protección de derechos sociales al amparo del neoliberalismo internacional.

La reducción del Estado, la privatización de las empresas industriales y comerciales del Estado, de la educación y de los servicios de salud, lanzaron a las calles un enorme ejército de desempleados que cuando volvieron al mundo del trabajo lo hicieron en condiciones de precariedad, tercerización e informalidad. Ninguna de estas políticas  hubiera alcanzado resultados tan eficaces y rápidos si no estuvieran acompañadas de una intensa ola de violencia antisindical que ha cobrado la vida de más de 5000 sindicalistas, otro tanto desaparecidos y un sinnúmero condenados y condenadas al desplazamiento interno y al Exilio. La guerra se convirtió en el pretexto para aniquilar sindicatos y sindicalistas, destrozar convenciones colectivas y desaparecer las conquistas obreras alcanzadas durante la segunda mitad del Siglo XX.


El nuevo contexto de superación de la guerra, ofrece un campo de expectativas y oportunidades para los y las trabajadoras colombianas; expectativas de superar el conflicto armado en el territorio colombiano y oportunidades de desarrollar un nuevo marco de conflictos sociales y políticos sin recurrir a la eliminación física de los oponentes. La paz en Colombia no será la superación de la desigualdad y las injusticias; la Paz en Colombia es un nuevo marco político para asumir los conflictos estratégicos que están por resolverse en la sociedad Colombiana; uno de ellos, es indiscutiblemente, la lucha por materializar los derechos individuales y colectivos del Trabajo.


Colombia requiere un nuevo marco normativo e institucional que cumpla por fin las promesas del Estado Social de Derecho y las aproxime a las expectativas  sociales creadas por el proyecto constitucional de 1991. Una Política Pública para el Trabajo Decente y la formalización Laboral, puede contribuir a construir una agenda que en el mediano plazo recupere la fuerza institucional en la defensa de los derechos del trabajo, genere un nuevo marco de relaciones entre obreros y empleadores que no esté mediado por la violencia y nuevas condiciones donde se acepte que los derechos de los trabajadores son tanto o más importantes que los de la libre empresa. La paz es una oportunidad, el trabajo es la herramienta fundamental para hacer posible la paz.

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