Andrés Felipe, el sapo de la caverna Mauricio Rodríguez Amaya En un país que se acostumbró al insulto como argumento y a la mentira como veracidad del Estado, no es de extrañarse que un imbécil del tamaño de Andrés Felipe Arias sirva de escudero al ubérrimo para cambiar la atención del país, en el momento en que el Estado colombiano fue condenado por el Asesinato del Ex senador Manuel Cepeda Vargas. Uribe debía pedir perdón por el asesinato del líder político en 1994, pero sus palabras, antes que una disculpa pública, no fueron más que otro alevoso insulto a las víctimas del terrorismo de Estado y el Paramilitarismo. La noticia del perdón público del Jefe del Estado, pasó de agache, en un país donde los medios de comunicación están al servicio del Verdugo. Pero, por al contrario, han servido de andamio para que Andrés Felipe Árias, el mismo miserable ministro que entregó Carimagua a las multinacionales y no a las víctimas, que convirtió en subsidio al campo en plata de campaña, y que ha servido de escudero al ubérrimo en los últimos años, salió a decir lo que su jefe no podía, a maltratar a los familiares de las víctimas y a sus líderes en el mismo tono amenazante del capataz de finca que lo manda: "El señor Iván Cepeda ha sido un brutal, enfermizo y enceguecido opositor del Presidente Uribe. Aprovechándose del drama de su familia y en nombre de las víctimas del terrorismo del pasado, convirtió en plataforma política y en deporte de su élite radical el maltratar, insultar, calumniar, injuriar y ultrajar al Presidente Uribe". No es un secreto que el principal creador, fundador y promotor de las CONVIVIR fue el señor Uribe Vélez; tampoco es desconocida la vinculación de estas estructuras con el paramilitarismo y menos ocultable es la relación abierta o tácita entre el paramilitarismo y estructuras del ejército, la policía, el DAS, etc. Uribe ha estado detrás y al frente de todo esto. Durante sus ocho años de gobierno, se montó un show de desmonte del paramilitarismo que a la postre hoy sabemos que no fue más que una mala película. En esta patria convertida en caverna, decir la verdad cuesta la muerte, el repudio público y el señalamiento oficial; mentir, insultar, injuriar, son actos de loable beligerancia de los amigos del gobierno. En el país de los Sapos, gracias a la política de seguridad implementada por el ubérrimo, el sapo mayor logra mejores beneficios. Falta ver cuáles serán los que recibirá Felipe Arias por el flaco favor de insultar a las víctimas mientras su jefe le saca el cuerpo a la responsabilidad judicial de pedir perdón por el Asesinato de Manuel Cepeda Vargas. ADENDA: Solo espero que ahora no diga Andrés Felipe que mi blog también lo maneja el mono jojoy. _____________________________________________ no olvide escuchar esta semana LA HORA DEL NECIO, haz clic aquí |
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